Un buen profesor de danzas vs. un buen bailarín

quien soy yo

Hay una gran diferencia entre ser un buen bailarín o bailarina y ser un buen profesor de baile. Y esto ocurre en muchas artes y también en deportes. Las grandes bailarinas de ballet o concertistas de piano lo han logrado, en parte por tener excelentes profesores. Pero en casi todos los casos estos maestros que les enseñaron el camino no fueron bailarinas o pianistas profesionales ni se presentaron en grandes teatros: lo suyo era la enseñanza.

Un buen bailarín no siempre es un buen profesor de baile y el mejor maestro puede no ser el mejor bailarín.

Uno podría pensar que si tuvo buenos maestros podrá serlo también algún día. Pero repetir lo que nos enseñaron en el pasado no nos convierte en buenos profesores.

Es que la enseñanza es un arte y disciplina tan ligados a la personalidad de alumno y maestro que no basta con repetir las técnicas con que aprendimos a bailar.

De hecho, los buenos maestros suelen perfilarse como tales desde niños. De vez en cuando escuchas a un niño pequeño explicarle a otro cuáles son las reglas de un juego y te das cuenta que tiene una capacidad de expresarse especial. La paciencia, la riqueza del lenguaje para su edad, la claridad de las expresiones y el buen modo son algunas de esas cualidades que se observan desde los primeros años.

Si estás buscando un buen profesor de baile, podemos guiarte con algunos tips para lograr una primera impresión.

Pero la verdad, que reconocerás un buen profesor si tomas algunas clases y observas no solamente cómo baile sino sobre todo cómo transmite ese conocimiento.

Cualidades de un buen profesor de Baile

Todos coincidimos en que enseñar es transmitir conocimientos o reglas. Pero enseñar bien es otro tema.

No a todos los alumnos les gusta el mismo tipo de profesor. A algunos les gusta un maestro estricto y a otros uno más relajado, pero hay cualidades que se necesitan en todos los profesores.

Algunas cualidades son innatas o se han aprendido en entorno familiar y social en los primeros años o en la escuela. Otras son cualidades que se pueden aprender de otros maestros, haciendo cursos, capacitándose continuamente y a través de la experiencia continua de la enseñanza. Pero no pueden faltar unas ni otras.

 

Aspectos innatos o de la personalidad de un buen maestro de Baile latino

    • Paciencia: enseñar cualquier cosa consume energía, pero enseñar danza es agotador. Cada estudiante tiene distintas habilidades y aprende a su ritmo. En toda clase siempre hay alumnos más lentos. Adaptar el ritmo de enseñanza exige mucha paciencia y más de un bailarín profesional no soportaría enseñar ni 10 minutos.
    • Muestra empatía: Es posible aprender de maestros negativos o desalentadores, pero un buen profesor de baile inspira porque realmente le importa el alumno. Significa que responde a sus alumnos con comprensión y, cuando es apropiado, con compasión. Llega a las personas en la escala en qué estén ubicados, no donde quiere el maestro que estén. La empatía es la capacidad de comprender los sentimientos de la otra persona, mirándolo objetivamente, para lo que se necesita gran inteligencia emocional. Un profesor de danza sin empatía puede hacer que pases a odiar el baile.
    • Se adapta y es flexible: La rigidez de pensamiento es sin duda una característica del temperamento de cada uno. Un buen profesor de baile se nutre de lo que aportan sus alumnos y se adapta a las circunstancias y capacidades.
    • Realmente ama bailar y enseñar: aunque uno no nace con deseos de bailar, la pasión por el arte de la danza y la disciplina de la enseñanza es algo que no se aprende ni se impone. Seguramente ambas pasiones no son todo en la vida del maestro que tendrá otras inquietudes, pero es seguro que cuando baila “se ve obligado” a compartir esta fascinación con los demás.Los buenos profesores de danza veneran el oficio de maestros y por eso siguen capacitándose continuamente, para brindar la mejor calidad de aprendizaje a sus alumnos.

Cualidades de un buen profesor de baile, que se aprenden con capacitación y experiencia

  • Respeto a la diversidad: Las ciudades ya no son pañuelos ni todos nos conocemos con todos. Nuestra sociedad multicultural, la diversidad de costumbres, la multiplicidad de expresión del género humano hace que un profesor deba adaptarse a la cultura que trae el alumno. Hay personas que son más expresivas o tienen una relación más fluida con su cuerpo, otras más inhibidas. En algunas culturas el contacto físico con extraños es parte de la vida cotidiana, en otras no. Un buen profesor de baile latino sabrá adaptarse sin perder nunca el respeto ni demostrar demasiada confianza con algún alumno/a.

En el caso del baile social en pareja, el profesor de danza debe estar capacitado para enseñar y mostrar los movimientos de los dos integrantes de la pareja, no solamente del que coincide con su género.

  • Habla a cada estudiante: en todas las clases hay alumnos más carismáticos que otros. De vez en cuando puede surgir un alumno que es brillante para bailar y que promete llegar a alto nivel. Pero el profesor debe saber repartir su interés por igual en todos sus aprendices. Justamente corresponde al profesor hablar con cada uno de ellos, dirigirse siempre a todo el salón, incluso a aquellos a los que les cuesta más participar.
  • Crea un sentido de comunidad: los buenos profesores de danza son como planetas alrededor de los cuales orbitan sus alumnos, cada cual a su propio ritmo. Pero todos pertenecen a esa comunidad “planetaria”. Alumnos de culturas, orígenes y capacidades muy diferentes encuentran en esa comunidad el factor común que los une: el baile latino. Vaya donde vaya, el otro será siempre “mi compañero de clase de baile” y tendrán códigos de comunicación comunes. De esta manera el profesor enseña no solamente a bailar sino a ser mejores personas.
  • Dirige y motiva: El profesor es el que dirige el aprendizaje que no es más que un proceso de descubrimiento de las propias capacidades. Todos tienen distinto método para que el alumno se convierta en alguien que reflexione sobre lo que está aprendiendo.

En ese descubrimiento el alumno se caerá y levantará muchas veces, y es el profesor de danza el que debe empujarlo para superar los límites o detenerlo para que no corra riesgos. En ambos casos, siempre motiva, en general utilizando técnicas de coaching propias o aprendidas de sus maestros o cursos.

  • Planifica y organiza las clases: una clase no es un conjunto aleatorio de directrices y movimientos de baile coreografiados. Cada clase está concatenada con la anterior y la enseñanza se va articulando como bloques de construcción. Si no hay organización la clase puede resultar aburrida o dejar a alumnos en el camino sin saber por dónde seguir. Además, una clase no planificada puede derivar en exigencias físicas que pueden ser riesgosas para el alumno.
  • Profesionalismo: A nadie le gusta tener un profesor que no se toma en serio su tarea. Un buen profesor de Baile debe estar siempre en la cima del profesionalismo, mostrando respeto por el arte de la danza como estilo de vida. Esta condición se debe notar en la forma como habla e interactúa con sus alumnos, y aún en la forma de vestir y la ambientación del salón de clases.
  • Invita y asiste a bailes sociales: los alumnos suelen sentirse inhibidos a asistir a clubes o discotecas de baile social. Un buen profesor incentivará a sus alumnos a bailar en la pista, tendrá una etiqueta de baile impecable y sabrá transmitirla.
  • Cuida tu salud: Un buen profesor de baile latino se mantendrá al tanto de la más reciente información sobre técnicas de enseñanza seguras. Mantendrá el salón de clases como un espacio seguro y te enseñará acerca del calzado que debes usar. Tu salud física y mental son prioridades para un buen maestro.

Josep Grimaldi es Profesor titulado por la asociación española AEPBSD y World Mastery . Desde hace más de 15 años el baile latino es parte de su vida y cultiva estas cualidades capacitándose en formándose permanente, lo que hace que sea reconocido como uno de los mejores profesores de Salsa, Bachata y bailes de salón en general. Es un destacado coreógrafo de baile latino en eventos sociales y talleres.

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